Zona de confort
Porque ese miedo a destacar? A mostrarnos como somos? Claro que es más fácil seguir la manada como un borrego. Pero el camino fácil no siempre es el camino correcto. Es más, ese camino fácil quizás ni nos lleve a la meta que tenemos en mente.
Vamos a hacer una prueba, haz por un día entero lo que de verdad te apetezca. No, no me refiero a que tires piedras a los coches ni que te pases el día bebiendo alcohol si luego tienes que conducir. Me refiero a que al levantarte, te pongas aquello que de verdad tengas ganas de llevar, vayas al trabajo pegando saltitos, corriendo o silvando, y si te hace, parar en el parque de camino al trabajo y hacer unas flexiones, porque te gusta notar el bombeo de tus músculos y la sensación de adrenalina. Llegues al trabajo y le sueltes el peor chiste que tengas en repertorio a tus compañeros, pero que a ti si te hace gracia, y te sientes riéndote a carcajadas en tu escritorio, con el resto de la oficina en silencio. A la hora de comer, siéntate con aquella chica o aquel chico al que hace tiempo que te gustaría conocer, y suelta un simple “Hola! Que tal?” junto a una sonrisa nerviosa pero simpática. Cuando salgas del trabajo suelta ese “¡Toma ya!” que siempre te callas por miedo a que te escuchen tus compañeros. Luego al llegar a casa quítate la ropa y tírate en calzoncillos o bragas al sofá. Come medio tarro de helado y luego quémalo con unas clases particulares con tu vecina o vecino, porque siempre te echa esa sonrisa picaresca en el ascensor, y sí joder, te apetecía. Empieza a escribir esa carta a aquella persona que dejaste en una conversación a medias y nunca superaste, y al acabar, la envías por correo, o la quemas con una vela.. Duérmete con una película de Disney, porque te gustaba de pequeño y sigue haciendo volar tu imaginación aún hoy en día..
Pensarás que es una locura, y el primer día te sentirás como un extraterrestre, pero si lo vuelves a hacer, después de la segunda o tercera vez, notarás una sensación extraña, pero que te llena, te hace sudar y sonreír. Tranquilo, no estarás enfermo, se llama vivir.