A 180 por la autopista, con las ventanas abiertas y el aire pegándome en la cara, intentando distraerme de los pensamientos que me rondaban por la cabeza.. Eran las 23;59h, y yo iba conduciendo sin rumbo alguno, intentando distraerme, intentando sacar algunos recuerdos de mi cabeza. Miro hacia arriba, había luna llena.. Que si la quería? Joder si la quería, la quería mas que a nada ni nadie en mi vida.
Giro una ligera curva hacia la izquierda, mientras pego otra calada al cigarro y saco el humo poco a poco de mis pulmones.. El corazón me latía a mil por hora, y lo raro de todo esto, era que me gustaba. Eran esos momentos peligrosos, que realmente conseguían hacerte sentir vivo, vivo de verdad. No esa vida monótona de mierda, en la que funcionas como un zombi en tu día a día, sin juzgar, sin arriesgar, sin vivir.
El coche empezaba a sacar humo mientras saltaban chispas de por todas partes. El golpe había sido bastante duro, dando el coche tres vueltas de campana hacia el lado derecho. Poco a poco me iba despertando, notando algo caliente en mi frente, y por mi cuello.. Solo veía una imagen borrosa, escuchaba un pitido y no conseguía situarme. Que había pasado? Seguía atado con el cinturón de seguridad en el coche, del cuál el morro estaba totalmente doblado contra una pared. Que cojones había pasado? Me preguntaba mientras que al tocar el líquido viscoso del cuello, y llevármelo ante los ojos de cerca, me di cuenta que era mi propia sangre.
Notaba como al querer abrir la boca para decir “fuck”, se me tapa instantáneamente la garganta, con el mismo líquido viscoso que había notado en la cabeza, y el cuello. Mierda. Quien iba a decir que acabaría de una forma tan espectacular. Solo faltaba que alguien dijera luces, cámara, acción! Pero no tenía esa suerte, esto era la vida real, no una de mis pesadillas..